miércoles, 23 de enero de 2008

Súbitamente Despierta

A veces, de noche, cuando me persiguen los espectros de un pasado inconcluso, se desdoblan las quimeras, se escapan los sueños y los recuerdos, a manera de ágora, deciden el propio destino.

A veces, de noche, el frío viento de invierno despierta la bruma de la conciencia.

A veces, de noche, con la mirada extraviada en una estrella distante, a penas visible, concibo el aliento de un suspiro que cuenta historias de atesoradas ausencias. ¿Y no prometen en sus breves gritos un bien que acaso el corazón ignora y tal vez adivina, si oyendo, se estremece? Si al caer las hojas en las frías noches de invierno, llegase un peregrino pensamiento a despertar en ella, ella, humildes sollozos; y yo siendo única testigo de aquellas lágrimas desesperadas, de ella que humilde jadea, de ella que humilde avanzaba, me fundiese con esa alma moribunda, entonces, empedernidamente pondría atención a las conversaciones que fuerzan la saudade.

Otrora, de noche, hubiese imaginado los ojos tristes de aquel que me bebió el alma entre besos. Una frase perdida. Ilusión evaporada. Dos frases perdidas.

A veces, de noche, llamándote bajito -casi al oído- convoco a lo perdido.

A veces, de noche… el desánimo y la resurrección.

Mutismos

lunes, 31 de diciembre de 2007

Lista “Más escuchadas” del año (según i-tunes)… probablemente unas permanezcan por años venideros.

1. Sin Razón ni despedida- Paté de Fuá
2. Three O'Clock Blues – Eric Clapton & B.B. KIng
3. Little Girl Blue- Janis Joplin
4. The Crystal Ship- The Doors
5. Mima’ amakim- Idan Raichel Proyect
6. Agua- Jarabe de Palo
7. Volver- Carlos Gardel
8. Harder, Better, Faster, Stonger- Daft Punk
9. Muñeca- Paté de Fuá
10. Je suis malade- Laura Fabian
11. Nos sobran los motivos- Sabina
12. Here we go again- Norah Jones & Ray Charles
13. Cumbiera Intelectual- Kevin Johansen
14. A warning sign- Coldplay
15. Mais que nada- B.E.P. & Sergio Medes
16. Llovizna- Fernando Delgadillo
17. Fibre de Verre- Paris Combo
18. Romance de Curro- Joan Manuel Serrat
19. Cry Baby- Janis Joplin
20. La colegiala- Paté de Fuá
21. On the Radio- Regina Spektor
22. Something- The Beatles
23. Dancing with Myself- Billy Idol.
24. The way you make me feel- Michael Jackson
25. Wish you were here- Pink Floyd
26. D.A.N.C.E.- Justice
27. Me va la vida en ello- Silvio Rodriguez
28. Fidelity- Regina Spektor
29. Grita- Jarabe de Palo
30. Ayal Ayale- Idan Raichel Proyect
31. Playground Love- Air
32. Summertime- Janis Joplin
33. Right to be wrong- Joss Stone
34. I wish you love- Rachael Yamagata
35. Hapiness is a warm gun- Across the Universe Soundtrack
36. Kiss me Deadly- Generation x
37. Comforting Sounds- Mew
38. Linyera- Paté de Fuá

domingo, 30 de diciembre de 2007

Niaga og ew ereh.

“Hay episodios de nuestra vida
dictados por una discreta ley
que se nos escapa”.
E.V.(Sí, nada orginal)

Pensaba en no escribir. En caer en el abismo de una crisis que justificara su incapacidad para garabatear enunciados. Pensaba en resistirse a la letra un poco más: más paisajes, más calles, más noches, más cafés, más encuentros, más fiestas, más historias, más todo. Que terminara el año y que comenzara el otro sin que pronunciase palabra alguna; quizá rediseñando cosas para perder los días, quizá leyendo- o aparentar hacerlo- quizá tan sólo perdiéndose en las laberínticas vías de la red. Esperar lo que restaba de su estancia en el país sumergida en una especie de patético e indiferente sonambulismo, haciendo los preparativos para el viaje y visitando viejas amistades.

Pensaba que si escribía acerca de “El Recuento de los Daños” del año que estaba por terminar perdería la poca estabilidad emocional que había adquirido; y por esta razón el relato, varias veces comenzado, había quedado trunco, incompleto y con pocas ganas de ser proseguido. Además, escribir a manera de diario nunca le había parecido del todo placentero, pues aparecían, de forma inesperada, recuerdos que no deseaba reconstruir y coincidencias que se negaba a reconocer.

No es que fuese una escéptica, más bien tendía hacia una ingenua y cándida credulidad en la humanidad. Disfrutaba de las cosas simples: los silencios acompañados, el olor a tierra mojada, una Coca-Cola, una caricia, la hipnótica cualidad del fuego, un contacto visual repentino, palabras inesperadas u observar a la gente.

Meditaba acerca de aquella muchacha al tiempo que un repentino movimiento en el asiento contiguo me hizo tirar el libro que sostenía en las manos y percatarme de que el conjunto de sillones en los que me había sentado ya no se encontraba vacío. El culpable- si es que se le puede llamar de este modo- de volverme a la realidad era un muchacho que, de manera inquieta, se había parado a dar un recorrido por el lugar con un regalo en la mano. Seguí su trayectoria durante varios minutos. El proceso era el mismo. Ver el celular. Levantarse. Dar una vuelta por los estantes. Tomar un libro. Regresar. Sentarse. Hojear el libro. Dejarlo. Quedarse estático uno o dos minutos para repetir el proceso de nuevo. Después de varias miradas curiosas y encontradas con él, decidí cambiar de objeto de estudio. Más adelante se encontraba una pareja que iba llegando, apenas se miraban y se dirigían palabras entrecortadas. Pensé que “La soledad, a la vuelta de tales encuentros, era grande y árida. Se llegaban a leer libros tan sólo para poder hablar de ellos. Pero una amistad sincera deseaba la sinceridad más pura. Buscándole comenzaba a sentirse vacía. Sus encuentros eran cada vez más decepcionantes. Su sincera pobreza se revelaba poco a poco. También él, ella lo sabía, había llegado al punto muerto de sí mismo.”

Una ventana intermitentemente anaranjada en la parte inferior de la pantalla me desconcentró de la resignada entrada a forma de diario, lo cual pausó, de nuevo, mi reencuentro con la letra: ¿Viste a Jóvenquenomegustaqueveas?- Sí- ¿Y?- ¿Cómo que “y”?- Sí, ¿qué pasó?- Nada- ¿Nada?- ¿Hay eco?- No, pero cuéntame- No hay nada que contar: lo vi, hablamos, nos fuimos- ¿De qué hablaron?- De nada en particular.- ¿Iba vestido con atuendodelcualpuedoidentificarhastalasmarcas?- Sí, ¿nos viste?- No, pero los vi- ¿A quiénes?- A ellos- ¿A ellos?- ¿Ahora quién es el eco?- Ay –Sí, a Esaspersonasqueconocemosono- ¿Estás con ellos?- No, los vi de lejos, yo iba en un taxi.- Ah.

Ahora bien, es justo decir que a partir de este punto y después de describir el atuendodelcualpuedoidentificarhastalasmarcasdesdeuntaxialotroladodelacalle la anécdota me pareció una mala broma, pero bueno, habría que continuar el juego.

¿Cómo es que los viste? ¿No los saludaste?- Es que decidí tomar un taxi a mi casa, por Barranca del Muerto y ella vive a tan sólo unas cuadras. Estaban afuera de su casa- Ah, bueno – Ella me dijo que necesitaba un libro- Ah- de Ciertoautorespañol- ¿En serio?- Sí- Oh- ¿Qué pasó?- Nada.

Tras el relato decidí renunciar de nuevo a las palabras. Nada bueno saldría después de eso. Olvidarlo, como todo lo ocurrido, sería lo mejor. Volví al ensimismamiento de cualquier persona que se plantea dejar de lado cualquier acontecimiento.

Entonces me encontraba aparentando - habíamos quedado en que sólo aparento- leer, pensando en resistirme a la letra, cuando de pronto cayeron del libro dos pequeñas hojas. La primera, un post-it que con letra diminuta anotaba lo siguiente: “Julio Award, Prosa de la frontera propia. Justo Navarro. Sergio Pitol, El oscuro hermano gemelo. J.L.B., La memoria de Shakespeare. Alileí.” La segunda, un recibo de Starbucks: “…22 de octubre 2007. Michoacán Num. 139 P.B. Colonia Condesa (...) 1 AL Te Chai Latte…” Sonreí y sentí húmedas las mejillas. Ni calles, ni noches, ni cafés, ni encuentros, ni fiestas, historias o evasiones a uno mismo pudieron evitarlo. La letra había ganado. Hágase la letra, entonces. Volví a sonreír. Here we go again

viernes, 28 de diciembre de 2007

Under Construction

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¡Nuevo Look! ¿Qué les parece?

sábado, 22 de diciembre de 2007

Saldando cuentas: Mulholland Drive.

A veces las ilusiones funcionan- frecuentemente funcionan por el simple hecho de ser artificios. La vertiginosa e hipnótica sensación de creer en la magia, no es a pesar de, sino debido a la ilusión. Las latas no se rellenan solas, los aviones no desaparecen y los magos no caminan sobre el agua- y amamos precisamente por la misma razón. Al igual que en el cine, se busca la beatitud en el engaño.